Contrapunteo literario entre Colombia, España y Perú.🛑#Estreno

Publicado el 10 de julio de 2025, 2:32

🧠 Contrapunteo literario entre tres países: la narrativa como espacio común

El programa comienza con una evocación literaria que actúa como manifiesto: Macondo —el mítico pueblo de Gabriel García Márquez— es utilizado como símbolo del mundo emocional en que transitan todos los narradores. No se trata solo de un lugar geográfico, sino del terreno compartido por la imaginación, la soledad, la memoria y la pérdida. En ese espíritu de intertextualidad viva, el programa se convierte en una vitrina donde el realismo mágico y la autobiografía lírica dialogan.

🌍 Tres países, tres sensibilidades

  • España: Raúl Ordaz desde León presenta El jardín de los que vuelven, un relato que mezcla misticismo y sensibilidad ecológica con un tono de denuncia y reconciliación. Yarumbé, su pueblo ficticio, alberga un cementerio donde las flores del alma permiten revivir memorias ajenas —un dispositivo que refleja cómo el pasado compartido puede modificar el presente. La advertencia de Doña Micaela (“quien huele una flor del alma, deja de ser quien era”) resume la esencia ética del texto: los recuerdos no son inocentes, y enfrentarlos implica transformación.

  • Colombia (vía Italia): Jaime reflexiona sobre Reptiles y cavernas, un texto profundamente autobiográfico que narra el descenso del protagonista por los márgenes sociales hasta abrazar su vocación poética. Salamanca —su escenario de iniciación— representa el umbral entre el saber académico y el deseo rebelde de libertad. La contradicción entre el hambre de conocimiento y el desprecio por la institucionalidad educativa define su narrativa como una lucha filosófica de identidad.

  • Perú: Desde el ámbito editorial y de presentación, Jorge Carrión actúa como anfitrión articulador, pero también como impulsor de una iniciativa que pone en valor la presencia del autor. La entrevista, más allá del concurso, deviene espacio de reconocimiento y humanización del escritor, algo pocas veces ofrecido por los certámenes convencionales. Y allí encontramos la participación de la tercera concursante, su paisana peruana, Maritza Luza Castillo, con el relato "Villa memoria, un lugar para recordar". Este singular pueblo es reconocido por sus habitantes, quienes poseen una memoria prodigiosa: niños, adultos y ancianos recuerdan todo con nitidez asombrosa, sin rastros de enfermedades como el Alzheimer. Su capacidad para narrar vivencias con exactitud y fluidez ha despertado la atención internacional, y viajeros de todo el mundo lo visitan con la esperanza de recuperar recuerdos perdidos. Mientras la enfermedad del olvido fue el factor dominante del Macondo original de García Márquez, aquí en el texto de Maritza, la exactitud de la memoria juega un papel trascendental en el mensaje hacia el lector.

 

📚 La literatura como rito de transformación

Estos textos —El jardín de los que vuelven, Reptiles y cavernas y Villa memoria, un lugar para recordar— comparten un telón de fondo místico: el primero con las flores del alma, el segundo con la figura arquetípica de “Ella”, una deidad poética que despierta el hambre simbólica por la palabra y el tercero con su antítesis del olvido. Pero más allá del estilo, lo que une a estos relatos es su vocación de testimonio. Los protagonistas no escapan de la realidad: la enfrentan desde la introspección y el lenguaje.

Mientras Raúl Ordaz profundiza en el peso de la memoria heredada, Jaime lo hace desde el desgarramiento del yo, y Maritza desde esa mirada sabia hacia valorar los recuerdos, que muchas veces son parte de olvidos caprichosos porque no todo lo que nos pasa en la vida uno quiere recordar. Unos buscamos la reconciliación con el pasado, otros la ruptura con él. Este contraste genera un contrapunto estético fascinante, donde Perú funciona como punto focal que permite reunir diferentes pulsiones en un mismo escenario.

 

🖋 Jorge Carrión y la democratización del relato

El conductor y curador del espacio, Jorge Carrión, con su tono cálido y mediador, en tiempos de algoritmos y anonimato, permite al espectador conocer la voz, el rostro y la ética detrás de cada texto humano, como prueba fehaciente de que hay espacios donde no hay lugar para inteligencias artificiales. Un gesto democratizador y profundamente literario.

La inclusión de la Fundación Universidad Hispana y la Asociación Filosófica Espiritual Sahee Tareeka como entidades promotoras da a esta propuesta un alcance trascendente. No se trata solo de competir por premios, sino de compartir visiones del mundo, abrir espacio a la espiritualidad literaria, y consolidar el relato como eje de transformación social.

PD. Recuerda que tú también puedes participar. Sólo lee las bases de nuestros concursos y escríbenos.

UDI/FUNHI

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